Hoy quería dedicarle unas palabras a los programas de mano.

He de decir que colecciono programas de mano de teatro.

A mí me encanta el teatro y unido a él, está el programa de mano.

Si entro a una sala de teatro, antes cojo el programa de mano y si no lo hago, me levanto de la butaca y vuelvo a por él. Cuando se han agotado y no consigo uno, me sienta fatal, me falta algo.

Un programa de mano es la antesala de lo que vas a ver en el escenario, te prepara para disfrutar en vivo de lo que estás leyendo en él. En muchas ocasiones, adquiere el valor de obra de arte.

Cuando me llevo a casa el programa y lo guardo en mi caja de programas, es como si con él guardara para siempre el recuerdo de esa hora y media, dos horas… vividas en el Teatro y con el Teatro. Si abro la caja y cojo un programa, acuden a mí esos recuerdos.

Ahora, con la pandemia por medio, el programa de mano ha dejado de ser físico y se ha convertido en digital.

Francamente, ni por asomo es lo mismo. Espero que, cuando el virus lo permita, volvamos a acariciar con nuestros dedos, un programa de mano y en mi caja de programas pueda seguir almacenando todos esos recuerdos.

En este vídeo no están todas las obras que he visto porque de todas no tenía programa, algunas porque se había agotado y otras porque los he perdido en mis viajes.

Acompaño este vídeo con música de la maravillosa Nina Simone.

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