Con este relato participo en el XXVIII concurso de relatos, propuesto por el blog ‘El Tintero de Oro’

CUADERNO DE BITÁCORA
Día 25.
Hoy es 22 de abril de 2030, conocido como el Día Internacional de la Madre Tierra. Esta celebración es un invento para crear una conciencia común motivada por los problemas de la sobrepoblación, la existencia de contaminación, y la preocupación por conservar la biodiversidad y el medio ambiente. Este año, para celebrarlo, llevan a cabo acciones encaminadas al desarrollo sostenible del planeta.
Hoy ha sido un día de adquisición de nuevas experiencias.
He ido a visitar un parque, estoy tumbado en el césped, es de color verde, tiene un olor muy característico y peculiar, cuando lo cortan desprende un líquido que hace que me cueste respirar. Es un espacio donde predomina ese color, pero también hay colores ocres, amarillos, naranjas, incluso rojos; estoy rodeado de arbustos y árboles, y también de algunos tipos de plantas, si bien por su imagen no logro adivinar su nombre científico, tampoco las encuentro en mi manual de Botánica.
En este parque además hay un pequeño lago; un lago es un pequeño lugar relleno con agua dulce, en él se encuentran unos animales pequeños llamados patos. Algunos patos son más grandes que otros, pero todos nadan de forma armónica y en la misma dirección, hasta cambian el sentido de la marcha, como dirían ‘ellos’, “con estilo y gracia”. Todos los patos nadan juntos.
Como decía al comienzo, estoy tumbado en el césped y miro el cielo, hoy tiene un color azul muy bello, no se ven muchas nubes, y las pocas que se dejan ver son de tamaño pequeño y color muy blanco. El cielo es inmenso, no alcanzo a verlo en su totalidad. Siento el aire rozando mi cuerpo, también aprecio el calor del sol. ¡Es tan agradable la brisa!
Cuando miro fijamente al sol, paso del color amarillo al color negro, ya que apenas me deja ver. Me quedo ciego, pero a los pocos segundos recupero la visión y vuelvo a verlo todo en colores.
Estoy tumbado y me siento feliz; felicidad es una palabra nueva para mí. No sé describirla aún porque llevo poco tiempo, espero poder descubrir su contenido completo, de momento la utilizo porque todos los que se tumban en el césped la utilizan también.
En el parque, los veo besarse, abrazarse, no sé muy bien el porqué, pero se les nota felices.
Hay algo que me desconcierta, caminan siempre muy deprisa, como si fueran a llegar tarde a algún sitio. Cuando hablan, parecen enfadados, elevan mucho el tono de la voz, y gesticulan con las manos, mueven los ojos, las cejas y la boca, como si con las palabras que pronunciaran nadie les entendiera y comprendiera.
Observarles y analizarles me resulta fatigoso, porque son muchos y además, porque los de tamaño más pequeño se mueven de forma muy rápida, mezclándose entre ellos, corriendo tras una pelota. Una pelota es una esfera de plástico, con volumen, que gira cuando la golpean con la punta del pie, se la pasan de unos a otros y gritan y ríen. Mientras corren y ríen también son felices como yo.
Mientras seguía disfrutando de la vida, en ese momento, se levantó una fuerte polvareda acompañada de un halo de luz cegadora que me teletransportó, por fusión y absorción, en cuestión de segundos, más allá de la atmósfera. Sin previo aviso, me reclamaban, con urgencia, del Centro de Inteligencia Interplanetaria del Gobierno de Marte. Soy explorador de primera división del Centro y mi misión era adquirir conocimiento del planeta Tierra, de sus habitantes y estudiar su forma de vida e interrelaciones.
Fue así como abandoné el planeta Tierra para dirigirme a mi lugar de residencia.
Han sido 25 días de intensas exploraciones. La principal conclusión a la que he llegado en este último viaje, es que en nuestro planeta Marte no conocemos el concepto de felicidad humana, no tenemos esas emociones ni esas sensaciones terrenales. He descubierto otro tipo de inteligencia desconocida por nosotros. La inteligencia emocional. He podido constatar que nosotros no somos seres inteligentes emocionalmente. Es un campo sobre el que cabe mucha investigación y que justificará posteriores viajes.
Mientras me alejaba, veía a través de mi panel de control, las imágenes ampliadas de la Tierra, de su cielo azul. El sol seguía brillando. El aire movía el césped del parque y las hojas de los árboles aportaban esa imagen de estampa otoñal. El grupo de patos seguía nadando. El movimiento incesante siguió siendo el protagonista en el parque, algunas parejas seguían besándose mientras los humanos-niños reían y seguían jugando con la pelota. La vida en la Tierra continuó, mientras mi transportador viajaba a la velocidad de la luz.
Aquí termino mi diario de a bordo de mi estancia en este planeta. ¡Qué magnífica tierra es la Tierra!
Como dijo un humano que no conocí: «me voy, pero volveré#.
CUADERNO DE BITÁCORA – (c) – Mayte López
Gracias, Mayte, por participar con este relato en el homenaje a HG Wells y La guerra de los mundos. Un abrazo y suerte!
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Gracias a ti y esta propuesta de concurso basada en un magnífico libro, que nos invita a la imaginación y a escribir. Un abrazo, David!
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Muy original. Seguramente el marciano extrañará unos cuantos trucos humanos😏 saludos!
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Me alegro de que te guste. Sí, seguro que sí! Gracias Ana por tu comentario! Saludos!
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¡Qué importante siempre esa inteligencia emocional! Un relato que nos recuerda la belleza de un mundo que no valoramos lo suficiente. Me ha gustado mucho el punto de vista de tu historia, Mayte. Felicidades y mucha suerte.
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Lo importante que es la inteligencia emocional y qué poco nos educan y preparan para manejarla y desarrollarla. Problamente sea ya lo único que nos diferencia de una máquina. Gracias por tus palabras, Marta! Saludos y mucha suerte para ti también!
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Hola Mayte, bienvenida al Tintero. Las emociones es algo a lo que quizás vamos dando a espalda cada vez más en este mundo de prisas en el que no tenemos tiempo de pararnos a pensar y muchas veces a sentir. Aún así, tu marciano descubrió que la especie humana es capaz de procesar esas emociones, tal vez tengan algo que aprender de nosotros. Un relato muy visual y cargado de evocadoras descripciones. Mucha suerte en el Tintero. Un saludo.
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Hola, Jorge! La verdad que siempre nos imaginamos a los extraterrestres como seres malignos, y en este caso, no lo son, sólo quieren aprender de nosotros y de otro tipo de inteligencias. Gracias por tu comentario y suerte!
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¡Hola, Mayte! Me ha gustado el formato que has utilizado, un cuaderno de ruta que nos da un mazazo para que cuidemos nuestro maravilloso planeta de recursos limitados. Por medio de tu marciano, tan particular, nos has hecho sentir consciente conscientes del inmenso regalo que nos ofrece la madre tierra. Las futuras generaciones lo tendrán más complicado.
Me ha encantado este toque de atención, escrito con sensibilidad y conciencia.
Gracias, Mayte.
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Hola, Isabel! Me alegra saber que te ha gustado el formato. Si logra despertar conciencia ecológica me doy por satisfecha. Gracias por tus palabras y por tu comentario. Saludos y gracias a ti, suerte!
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Hola, Mayte. Tu relato me ha sorprendido por cómo has descrito el trabajo de campo de un explorador alienígena de Marte. Muy emocional, afectado por los factores físicos o meteorológicos que a los humanos tanto nos influye. Sin duda se lleva una buena impresión para su planeta, sabiendo apreciar que las diferencias casi siempre suman más que restan. Me ha gustado la historia. Buen relato.
Un abrazo.
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Hola, Carles! Me alegro mucho que te haya sorprendido y que te haya gustado la historia. Gracias por tus palabras. Saludos y suerte!
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Muy buen relato!! Resaltas aquello del vaso medio lleno…que nos preocupamos en no ver, yendo de queja en queja, sin considerar todo aquello que constituye nuestro bienestar físico y psicológico, Muchos éxitos en tu participación en el concurso, Un cordial saludo,
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Gracias por tu valoración y por tu comentario. Es cierto, deberíamos preocuparnos más de nuestro bienestar psicoemocional. Suerte también para ti. Saludos!
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Hola, Mayte: Gracias por el regalo de una historia grata, optimista. Y muy bien escrita. Un saludo.
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Hola Beba, gracias a ti por leerla y comentarla. Y gracias por tu valoración. Saludos y suerte!
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Hola, Mayte. Un relato muy original y bien contado. Muy bien mostradas las sensaciones del visitante, eso me gustó. Un saludo y mucha suerte.
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Hola, Pedro! Gracias por tu valoración. Me alegra mucho leerla. Saludos y mucha suerte también!
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Hola, Mayte. Me ha encantado esta historia amable para con la Tierra y los terrícolas. Tu protagonista debería haberse quedado entre los que, para él, son felices y aprender a serlo. Me gustaría que tuviera una segunda oportunidad y volviera, eso sí, con buenas intenciones, je,je.
Ha sido una lectura muy entretenida.
Un saludo.
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Hola, Josep! Me alegro mucho de que te haya encantado. Si por él fuera se quedaba pero no le ha dejado su Gobierno…pero se despide amenazando con volver. Saludos!
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Hola, Mayte. Este explorador tuyo marciano va a acabar siendo un revolucionario filosofo marciano que les inculcará aquello que les falta para ser una civilización además de eficaz y eficiente feliz. Tiempo al tiempo y me lo confirmaras.
Me ha gustado el tono de esta invasión más de observación y aprendizaje que de conquista. Su protagonista después de estas vacaciones terrestres descubrió lo que les faltaban a ellos para ser de verdad inteligentes y no meros autómatas orgánicos, la felicidad.
Saludos y suerte 👽🖖🏼
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Hola JM! Yo también lo veo muy filósofo, revolucionario quizás menos, pero con ganas de aprender inteligencia emocional, y más después de empezar a sentir la felicidad terrenal. Gracias por tu comentario, saludos y suerte!
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Prefiero que nos invaSdan estos marcianos que otros más belicosos. Saludos y suerte 🥂👍🏼
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Un relato que dibuja la esencia del humano bueno, de la gente noble que habita la tierra. Gracias por regalarnos esas líneas llenas de energía positiva. Abrazos virtuales para ti.
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Siempre nos presentan a los extraterrestres como seres malignos y me apetecía mostrar otra visión, presentarlos como seres distintos que sólo buscan aprender de nosotros, los humanos y no invadirnos para exterminarnos. Está claro que la dualidad bondad/maldad existe, pero abogo por la bondad humana y por la bondad no humana. Abrazos virtuales también para ti!
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Hola, Mayte. Me gusta el enfoque y el tono del relato. El mensaje positivo, la importancia de la inteligencia emocional. Una característica humana que será muy difícil de introducir en los circuitos de un androide.
Un abrazo.
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Hola, Carmen! Me alegra saber que te ha gustado el enfoque y tono. Como la ciencia-ficción siempre nos la presentan igual, los malos son los extraterrestres y los buenos los humanos, quería darle una vuelta y presentar a los no humanos como seres que valoran nuestras diferencias y que quieren aprender de ellas. Un abrazo.
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Suerte ha tenido este pequeño marciano de aterrizar en un parque donde el espacio compartido por los humanos es más amable de lo habitual. Ha conocido a nuestros niños que con su inocencia, todavía no perdida ríen y juegas y son felices por lo general. Donde las parejas se besan y se abrazan y las personas pasean. En fin, que puede llevarse recuerdos buenos. Malo hubiera sido que se hubieran dado otras circunstancias.
Un abrazo, Mayte.
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Bueno, era el día 25 de su viaje y tuvo que ausentarse, pero promete volver y aprender más, igual en el próximo viaje aprende la parte perversa del ser humano y su maldad. Pero eso, ya es otro relato. Un abrazo y suerte!
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Hola, Mayte. Tu relato es amable, tanto con la especie marciana como con la humana. Nuestro personaje aprende de las emociones terrícolas, hasta el punto de ser feliz tumbado en un parque. Aún le queda mucho por aprender; espero que nosotros también lo hagamos y convirtamos la Tierra en un lugar mejor.
Un saludo y que tengas mucha suerte en el concurso.
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Hola, Bruno! Un extraterrestre debería aprender solo lo bueno del ser humano, de la misma forma que debería hacerlo el propio ser humano. Y como confío en nuestra especie, debe haber alguna forma de convertir la Tierra en un lugar mejor. Vamos a comenzar por imaginarlo. Saludos y mucha suerte para ti también.
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¡Hola Mayte! Qué bonito es el relato que has escrito. Me encanta lo que cuenta el extraterrestre sobre los humanos y el planeta Tierra y el fantástico final. Precioso, mucha suerte en el concurso y saludos!!
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Hola, Cristina! Me gusta mucho saber que te ha gustado! Mucha suerte también para ti y tu fantástico relato! Saludos!
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Ojalá fuera profético, pero creo que si existen los marcianos, son listos y precavidos, con lo cual nunca se les pasaría por la cabeza contactar con nosotros.
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Jajaja, visto así yo también creo que no querrán contactar con nosotros!
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Me ha gustado mucho como al final hablas de la tan nombrada «inteligencia emocional» tan necesaria en estos tiempos tan complicados en los que estamos. Querernos y aprender a querernos, ser felices y VIVIR cada día… Somos emociones y ellas esconden la felicidad. Suerte con ntu relato. Original y diferente a los que he leído.
Saludos
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Hola Jose! Sí, diferente es porque quería mostrar a los extraterrestres como seres que quieren aprender la parte buena de los humanos y que nos valoran. no nos ven inferiores y que aprecian nuestro espacio terrenal. En cierto modo, si en el relato es capaz el marciano de apreciar todo eso, algo de inteligencia emocional ya ha adquirido. Saludos y gracias por tu comentario!
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Hola, Mayte! Me encantó tu relato. Visto a través de los ojos de tu marciano, nos llevas a revalorizar nuestro planeta y sus momentos de pura felicidad.
Un abrazo
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Hola! Me alegra saber que te ha encantado mi relato. Gracias por tus palabras. Un abrazo!
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¡Hola, Mayte! Tu relato es muy ameno y agradable de leer. Me ha gustado. Destacaría el punto de vista del marciano, mostrándonos todo lo que por conocido no le prestamos apenas atención. También hay un componente a destacar de autocrítica cuando habla de la falta de inteligencia emocional de la que adolece su propia raza. Buen trabajo. ¡Un abrazo!
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Hola, gracias por tus palabras y valoración. Me alegra saber que te ha resultado agradable su lectura. Gracias! Suerte y un abrazo!
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Me gustó mucho el relato. Me pareció muy original que fuera contado desde una bitácora que le pertenece a un extraterrestre.
Buen relato. Suerte en el concurso.
Un saludo.
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Hola, Cynthia! Me alegra mucho que te haya gustado! Muchas gracias por tus palabras y por tu bonita valoración. Saludos y suerte!
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Hola Mayte
Un relato de esperanza que enfatiza aquello que los «humanos» solemos «dejar de ver». Tu extraterrestre es una criatura benévola y amable que, podría decirse, es la voz del subconsciente que solemos tener silenciado. ¡Suerte en el concurso!
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Hola, Matilde! Me encanta tu comentario. Gracias! Saludos!
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Estupendo relato, Mayte.
Quizás tenga que venir alguien desde fuera para hacernos ver la riqueza de La Tierra y la riqueza emocional del ser humano. Y pienso precisamente que ese es el aspecto más profundo de tu texto. Es decir, loar a la humanidad y a ese humanismo que en tiempos inciertos parecemos olvidar en nuestro día a día.
Un beso y mucha suerte en El Tintero.
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Hola, Miguel! Sí, a veces tienen que venir ‘de fuera’ para que veamos lo que somos incapaces de ver en el día a día. Muchas gracias por tu comentario y por tu valoración. Un beso!
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Hola, Maite. Me ha encantado este relato sobre todo porque has elegido un narrador asombrado de conocer un mundo extraño y lo hace con la espontaneidad de un niño. Me da mucha alegría que en el 2030 se mantengan los parques verdes y que los extraterrestres tengan envidia de nuestra felicidad.
Un abrazo.
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Hola, Isan! Me alegra mucho que te guste. Ojalá en el 2030 y siempre la Naturaleza esté presente. Gracias por tu comentario! Saludos!
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Hola, Mayte. Cuánta melancolía por esas cosas que están pero que nuestro día a día y cotidianidad le resta importancia. Tiene que venir los marcianos para resaltar eso te bello que nos rodea. Me ha gustado mucho el lirismo y esa nostalgia que se le queda al protagonista, la felicidad sobre todo.
Mucha suerte y un abrazo!
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Hola, Pepe! Así es, de fueran vendrán y valorarán lo que nosotros, a veces, no valoramos lo suficiente. Me alegra mucho leer tu valoración. Muchas gracias! Un abrazo.
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¡Hola, Mayte!
La visión de la Tierra en positivo, desde la mente de alguien que ve todo como novedoso y que, incluso, llega a descubrir al menos, la palabra felicidad, un paso gigante también «sentirla» o, identificar en otros seres. Me ha gustado mucho el relato, con un aire que diría «inocente» por ver unas cualidades en los humanos que realmente tienen, y que por lo general no solemos apreciar, o ver. El principio, genial; «Esta celebración es un invento»…
Uno de Marte que se va con una agradable sensación.
Mucha suerte en el concurso, amiga, me alegro mucho de que participes.
Un fuerte abrazo;)
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¡Hola, querida Mila! Cómo me gusta leer tu comentario y tu valoración del texto. La felicidad, todos la añoramos y la deseamos, cómo no iba a hacerlo un extraterrestre…Sí, quería que su visión fuera como la de un niño, esa mirada de sorpresa, de novedad… Muchas gracias! Un abrazo y feliz fin de semana!
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Hola Mayte, que hermoso y tranquilizante es tu relato, lleno de luces (por así decirlo) y geniales sensaciones y emociones propias de los humanos, que salen hasta sin proponernoslo y que casi pasan desapercibidas por nosotros, pues las damos por sentado y no le damos la importancia que realmente tienen.
Me ha gustado tu relato, y ese tumbarse tan plácidamente entre nosotros de tu marciano, me pareció un detalle genial, muy visual se percibe todo lo que describe.
Un delicioso placer leerte. Que estés pasando bien el fin de semana.
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Hola Idalia! Me encanta tu valoración del relato. Muchas gracias por comentarlo y me alegro mucho de que te haya gustado. Feliz domingo! Saludos!
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Magnífico relato. Mucha suerte.
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Gracias, Keren! Un abrazo!
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Hola Mayte, un bello relato con una visión optimista que a menudo olvidamos cuando tratamos de crear este tipo de relatos, siempre focalizamos en el genero humano lo peor de la especie, y nos vemos con respecto a una raza alienígena como inferiores, sin tener en cuenta, el punto de vista que plasmas en este relato, tal vez tengamos muchas cosas que ofrecer, y ese primer contacto sea algún dia visto desde esa manera. Me ha gustado mucho tu enfoque y tu narrativa. Un gran abrazo, suerte en el tintero.
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Hola, Mik Way T! Me alegra saber que te ha gustado el relato. Agradezco mucho tu valoración y tu comentario. Feliz domingo!
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Me ha gustado mucho tu relato porque me ha hecho sentir esas pequeñas cosas que muchas veces no prestamos atención, el césped, el cielo…. Y mucha verdad de que es bastante desconocida por desgracia la inteligencia emocional.
Un abrazo gigante!
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Hola, Yolanda! Me alegra saber que el relato te ha hecho sentir cosas. El extraterrestre se ha quedado con ganas de aprender inteligencia emocional, pero como ha prometido volver…
Saludos! Un abrazo enorme!
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