Los que son amados no pueden morir, porque amor significa inmortalidad
¡Libros! ¡Libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir ¡amor! ¡amor!, y que debían los pueblos pedir como piden pan.
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos
Nunca se sabe por dónde llegará la salvación
En la literatura nada hay más difícil que la sencillez
Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio